El 9 de enero, se cumplieron 10 años del asesinato de Sakine Cansiz, Fidan Dogan y Leyla Söylem. El servicio secreto turco asesinó a estas tres mujeres kurdas en París. En concreto, Sakine Cansiz era el gran referente de la lucha de las mujeres en el partido de los trabajadores del Kurdistán PKK, y Fidan Dogan y Leyla Söylemez eran sus compañeras en la lucha por la liberación del pueblo Kurdo. Aquel terrible ataque de hace 10 años, sigue impune.
Por eso este año, en el décimo aniversario de aquellos asesinatos, miembros de la comunidad Kurda de Baiona junto a grupos de solidaridad con el Kurdistan de Euskal herria, se concentraron ayer frente a la subprefectura de Baiona para denunciar las políticas de impunidad del gobierno francés y mostrar su solidaridad con el pueblo kurdo.
No faltan razones, para solidarizarse con el movimiento de liberación Kurdo e incluso para responder a la impunidad de Turquía.
Por un lado, en el Kurdistán Oriental (Rojhelat), el lema “Mujer, vida y Libertad”, el mismo que era utilizado por las tres activistas kurdas asesinadas, ha sonado con fuerza y ha sido perseguido en estos días en las revueltas iraníes. Con el acto de ayer los grupos de solidaridad con el Kurdistán de Euskal herria quisieron sumarse a este grito de lucha.
Por su parte, la fuerza de ocupación turca y las fuerzas imperialistas siguen atacando con firmeza los territorios liberados del Kurdistán. El genocidio político que padece el Kurdistán del Norte (bakur) donde se ha encarcelado a cientos de políticos en las últimas semanas. Los bombardeos en el Kurdistán occidental (Rojava) se han hecho cotidianos frente a la resistencia popular. Se han multiplicado las brutalidades militares -incluido el uso de armas químicas - para vencer la resistencia de los guerrilleros del Kurdistán Sur (bashur).
Finalmente, hace pocos días se ha vivido un nuevo ataque contra el movimiento Kurdo en París. Otros tres miembros del movimiento Kurdo fueron asesinados. Emine Kara, responsable del Movimiento para la liberación de las Mujeres Kurdas en Francia, Mir Perwer cantante y refugiado kurdo y Abdurrahman Kizil, refugiado kurdo.
Como hace diez años, el estado francés ha optado por ignorarlo y reprimir a los y las manifestantes kurdas que exigían justicia y verdad, por el reciente atentado y por el asesinato hace diez años de las tres activistas kurdas.
Jin Jîyan Azadi! Biji Kurdistan!